PALABRAS DIRIGIDAS POR EL SANTO PADRE A LA ASOCIACIÓN DE MÉDICOS CATÓLICOS, PERO DE UTILIDAD A TODOS AQUELLOS QUE TRABAJAMOS EN EL MUNDO DE LA PASTORAL DE LA SALUD
Ante una ‘falsa compasión’ que presenta como ayuda el aborto, la eutanasia, la ‘producción de un hijo’ y los experimentos sobre la vida humana, - que «son pecados contra el Creador» - hay que cuidar a la persona, amarla y defenderla sobre todo cuando sufre, es frágil e indefensa, dijo el Papa Francisco este sábado, a los miembros de la Asociación de médicos católicos italianos.
El Papa alentó a los médicos a tener la valentíade ir contracorriente y de la objeción de conciencia en su misión humana y espiritual, que es un verdadero apostolado laical.
Recordando la importancia de la ética en la ciencia y la medicina, el Obispo de Roma reiteró asimismo la misión de la Iglesia de presentar el Evangelio, impulsando la tutela de la vida humana:
“La atención a la vida humana, en especial a la que está en mayor dificultad, es decir, al enfermo, al anciano y al niño implica profundamente la misión de la Iglesia”, afirmó.
“La Iglesia se siente llamada a participar en el debate que tiene como objeto la vida humana, presentando su propia propuesta fundada en el Evangelio”, destacó.
“Para muchos la calidad de la vida está ligada prevalentemente a las posibilidades económicas, al ‘bienestar’ a la belleza y a la vida física, olvidando otras dimensiones más profundas – relacionales, espirituales y religiosas – de la existencia”, constató Francisco.
“En realidad, a la luz de la fe y de la recta razón, la vida humana es siempre sagrada y siempre ‘de calidad’ –aseguró-. No existe una vida humana cualitativamente más significativa que otra, sólo en virtud de medios, derechos, oportunidades económicas y sociales mayores”.
“Esto es lo que ustedes, médicos católicos, intentan afirmar, ante todo con su estilo profesional –reconoció-. Su obra quiere testimoniar con la palabra y el ejemplo que la vida humana es siempre sagrada, válida e inviolable y como tal debe ser amada, defendida y cuidada”.
Tras invitar a los médicos católicos a colaborar con cuantos, también desde distintas perspectivas religiosas o de pensamiento, reconocen la dignidad humana de cada persona, el Papa Bergoglio los alentó a la cercanía, la compasión verdadera y la ayuda concreta - con las palabras de Jesús y como el Buen Samaritano.
Y a actuar con valentía, llegando a la objeción de conciencia, contra cierta opinión pública que presenta una ‘falsa compasión’ y no respeta la dignidad de la vida humana, en todas sus etapas.
El significado de ‘matar’ es siempre el mismo ayer y hoy, advirtió el Santo Padre, poniendo en guardia contra los pecados contra Dios.
“El pensamiento dominante propone a veces una ‘falsa compasión’ –denunció-: la que se presenta como una ayuda a la mujer el favorecer el aborto; como acto de dignidad procurar la eutanasia; como una conquista científica ‘producir’ un hijo considerado como un derecho y no como un don; o usar vidas humanas como conejillos de Indias para salvar presumiblemente a otras”.
“La compasión evangélica, sin embargo, es la que acompaña en el momento de la necesidad, es decir la del Buen Samaritano, que ‘ve’, ‘se compadece’, se acerca y ofrece ayuda concreta”, explicó.
Consciente de que “la misión de los médicos los pone cada día en contacto con tantas formas de sufrimiento”, el Papa los alentó a hacerse cargo de las personas como buenos samaritanos, “cuidando de forma especial a los ancianos, a los enfermos y a los discapacitados”.
La fidelidad al Evangelio de la vida y al respeto de la misma como don de Dios requiere a veces opciones valientes y contracorriente que, en particulares circunstancias, pueden llegar a la objeción de conciencia y a tantas otras consecuencias sociales…, afirmó el Papa.