«Para entrar en la habitación de un enfermo y llevar la buena noticia de Jesús hay que tener vocación y haber sido enviado por el Señor»

 


Cuando hablamos de la atención a los enfermos se nos vienen a la cabeza todos esos médicos, enfermeras, enfermeros, celadores y todo el personal que trabaja en los hospitales. Entre ese personal, hay una figura que tal vez pasa un poco más desapercibida, y es la del capellán de hospital. Una figura que se está exponiendo de la misma manera a esta pandemia del coronavirus con la finalidad de sanar el alma de los enfermos. Hablamos de esa atención espiritual con el delegado de Pastoral de la Salud, Fernando Carmona.

Pregunta-Usted que conoce bien a los capellanes de la diócesis ¿cómo es su labor, sobre todo ahora en este tiempo de pandemia?

Respuesta- Aunque sé que a ellos no les gusta que definamos su trabajo como una hazaña, esta labor tan bonita que realizan en los hospitales, hoy por hoy, se ha vuelto muy complicada y requiere de mucha entereza para poder seguir atendiendo a los enfermos y a los familiares como se merecen, desde un punto espiritual y religioso.

P- Además de delegado de Pastoral de la Salud, usted es médico en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz… ¿Cómo se acoge entre los profesionales sanitarios la figura de un sacerdote en un hospital?

R- Por lo general bien porque, entre otras cosas, tenemos que partir de que existe un acuerdo Iglesia-Estado en el que la figura de capellán está contemplada y debe existir en todos los hospitales públicos y se le trata como a cualquier otro profesional que trabaja en el hospital. Además de este aspecto legal, la experiencia es buena porque los profesionales sanitarios, ya sean creyentes o no, valoran y ven en la figura del sacerdote cuando se acerca al enfermo a una persona más que ayuda en esa atención integral que pretendemos siempre con el paciente y la familia.

P- ¿Y los enfermos, cómo ven la presencia de un cura entre los pasillos de un hospital?

R- Al igual que ocurre con los profesionales sanitarios, hay enfermos creyentes y otros que no lo son. También hay que partir de la base de que la mayoría de las personas que están en el hospital son creyentes, por lo que la figura del sacerdote siempre viene bien, porque saben que les ayuda a sacar esos interrogantes que tienen las personas y que salen, sobre todo, en esos momentos de sufrimiento y dificultad. Por todo ello, el capellán ayuda muchísimo en esa atención espiritual y religiosa, al igual que el médico ayuda en lo físico y en lo biológico. En el caso de que el enfermo no practique nuestra religión, el capellán tiene herramientas para abordar esa atención espiritual.

P- La pasada semana mandó usted una carta a la diócesis en la que ponía de relieve el riesgo que supone esa misión que realizan los capellanes de hospital, porque realmente, hoy por hoy, la labor de los capellanes se puede comparar a la que realizan los misioneros en zonas deprimidas o de conflicto. ¿Cree que somos conscientes del servicio que están prestando en estos momentos los sacerdotes de nuestra diócesis en esa atención espiritual?

R- Mi objetivo cuando escribí esa carta era reconocer que muchas veces no estamos tan pendientes o no nos damos cuenta de la labor que ellos están haciendo, sobre todo en estos tiempos de pandemia, que requiere desarrollar su trabajo con EPIS. Mi intención es poner de manifiesto que el hospital en estos momentos es como si fuera tierra de misión. Si uno no tiene vocación y ha sido enviado por el Señor, difícilmente entra en una habitación de un enfermo para llevar la buena noticia de Jesús.

P- El Padre José Díaz, capellán del Hospital Puerta del Mar, nos dejaba la pasada semana víctima del coronavirus. Imagino que usted le conocía, ¿cómo era el padre José?

R- Ha sido una pena tremenda lo del padre José porque en el ámbito hospitalario era una persona buena, responsable y muy querida por los profesionales sanitarios. Siempre estaba atento a los enfermos, se hacía querer. Destacaría su sentido del humor. Siempre tenía con el enfermo una palabra simpática, una historia, un chiste… algo que al paciente y a la familia hacía que se acordarán de él y dijeran «hay que ver lo bien que se ha portado conmigo y que simpático es este hombre». En el hospital le estamos echando mucho de menos. Me encuentro diariamente con compañeros que me dicen «que lástima lo del padre José» y me preguntan cómo se encuentran el resto de capellanes.

P- Precisamente eso le quería preguntar, ¿cómo están el resto de capellanes tras lo sucedido, tienen miedo?

R- Miedo tenemos todos porque es una situación muy complicada. Evidentemente, los primeros que tienen miedo son los enfermos y sus familiares, pero también nosotros los profesionales y los capellanes. Ese miedo se supera con la valentía y diciéndose a uno mismo «aquí estamos, sabemos por lo que estamos y hemos sido enviados por el Señor». Cuando uno se pone la bata o se pone el EPI el miedo se olvida y no queda más remedio que tirar para adelante.

P- Si bien es verdad que la primera ola de la pandemia no afectó tanto como en otras poblaciones a nuestra provincia, esta segunda ola sí que parece que está siendo más dura. ¿Cómo lo estáis viviendo en el hospital?

R- Es verdad que está siendo más complicado. No nos ha cogido por sorpresa como la primera vez pero sí es verdad que no ha sido hasta hace unos días cuando ha salido a la luz la dificultad que está teniendo. Llevamos muchísimos más casos que en la primera ola, más hospitalizaciones, situaciones muy graves… y es más duro por todos los meses que llevamos ya acumulados con esta situación, pero no nos queda otra que mirar hacia delante y ver lo que todavía nos queda por vivir. Tampoco podemos quedarnos con una perspectiva pesimista. A pesar de la dureza y la dificultad que tiene este momento tenemos que mirar al futuro con esperanza y hacer que salgan cosas positivas, rezar mucho por los enfermos y por los profesionales de la salud.

P- Aprovechamos también para hablar de la Pastoral de la Salud, ¿cómo estáis viviendo esta situación y cómo estáis llevando a cabo vuestro trabajo?

R- Pues de una manera muy intensa porque si ya habitualmente el trabajo de los grupos parroquiales, los voluntarios de la pastoral, los capellanes, la Hospitalidad Nuestra Señora de Lourdes… es constante, ahora con la pandemia hemos intentado incidir más en algunos aspectos que veíamos que eran muy necesarios como: la atención a las personas mayores que están en casa, la dificultad que existe para visitarlos suplirla con una llamada de teléfono o videollamada, hemos planteado nuevos proyectos de atención a profesionales sanitarios, que por la dureza de su trabajo estos últimos meses necesitan un apoyo y una atención más espiritual, proyectos de atención a personas que han perdido a un ser querido, atención en el duelo… Intentamos ofrecer todo aquello que en este tiempo de pandemia se puede echar un poco más en falta.

 

MAÑANA A LAS 9.00H RETRANSMISIÓN EN DIRECTO DE LA MISA EXEQUIAL CORPORE INSEPULTO DEL RVDO P. JOSÉ DÍAZ LÓPEZ (Ya su grabación)



Muere por coronavirus José Díaz, capellán del Hospital Puerta del Mar de Cádiz

 


El capellán del Hospital Puerta del Mar, José Díaz, ha fallecido la pasada noche víctima del coronavirus. El padre Díaz, que era también vicario parroquial de la iglesia de San José en la capital, había ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro médico hace unos días al evolucionar negativamente su enfermedad.

El sacerdote fallecido había asistido a muchos de los enfermos de Covid que son atendidos en este hospital, y como otros miembros de la Iglesia se han visto afectados por el virus tras realizar su labor asistencial.

Hace unos días, el el delegado de la Pastoral de la Salud, Fernando Carmona, destacó que el de José Díaz no era el único caso de contagiados por esta enfermedad entre los capellanes de la diócesis, resaltando entonces que "algunos ya han estado en aislamiento por contactos estrechos" o han sufrido el virus.

"Previa a esta situación de pandemia el trabajo realizado en los centros hospitalarios siempre ha sido encomiable, pero en estos meses de gran dificultad para todos, es justo reconocer la valentía con la que han afrontado una misión especialmente difícil", resalta el responsable de la Pastoral de Salud respecto a los capellanes, que habla de “hazaña” de estos sacerdotes en la atención a los enfermos de Covid. "Las circunstancias tan especiales que rodean la visita al enfermo por coronavirus hacen que la parábola del Buen Samaritano se haga realidad en nuestros hospitales a diario gracias a nuestros capellanes", añade.

La Pastoral de la Salud pide orar por los capellanes de hospital

Queridos amigos, conocemos de sobra la labor que durante años han realizado los miembros de la Pastoral de la Salud en nuestra diócesis, y de igual forma, como hemos redoblado esfuerzos para en este tiempo de pandemia, estar aún más atentos a las necesidades de aquellos que sufren.

Permitidme con estas palabras, hacer una mención de forma especial a la labor realizada por los capellanes de hospitales. Como os decía, previa a esta situación de pandemia el trabajo realizado en los centros hospitalarios siempre ha sido encomiable, pero en estos meses de gran dificultad para todos, es justo reconocer la valentía con la que han afrontado una misión especialmente difícil. Creedme cuando os digo que la labor de llevar la Buena Noticia de Jesús de Nazaret en el hospital es un privilegio, y que este privilegio se convierte en hazaña cuando la enfermedad es la Covid-19. Las circunstancias tan especiales que rodean la visita al enfermo por coronavirus hacen que la parábola del Buen Samaritano se haga realidad en nuestros hospitales a diario gracias a nuestros capellanes. La cercanía, el cariño y la escucha son actitudes necesarias y agradecidas de forma especial por la persona que sufre, pero llevar la Sagrada Comunión y dar la posibilidad de recibir los sacramentos de la Penitencia y la Unción, son acontecimientos en los que la presencia del Señor se hace Viva y Real.

El riesgo que supone esta Misión nunca ha supuesto un obstáculo, tanto es así que algunos de nuestros capellanes han estado en aislamiento por contactos estrechos, otros han pasado la enfermedad, incluso como seguro que sabéis, a día de hoy, tenemos uno de ellos en situación clínica de gravedad en la unidad de cuidados intensivos debido a las complicaciones respiratorias de este virus.

Termino pidiendo algo que todos podemos hacer; REZAR.

Recemos lógicamente por todos los enfermos y sus familiares, y por todos aquellos que de una forma u otra sufren las consecuencias de esta dramática pandemia. Pero hoy de forma especial os pido que recemos por nuestros capellanes de hospitales, para que el Señor les acompañe en estos duros momentos, y de esta forma se hagan realidad las palabras de San Pablo:

“Todo lo puedo en Aquel que me da fuerzas” (Flp 4,13)

Fernando F. Carmona Espinazo

Delegado Diocesano Pastoral de la Salud

MARTES 3 DE NOVIEMBRE A LAS 19H, VIDEOCONFERENCIA ZOOM "FINAL DE LA VIDA EN SITUACIÓN DE PANDEMIA" Por Fernando Camona

 

Os invito a una interesantísima conferencia hoy martes 3 de noviembre a las 19h, siendo el ponente Dr. Fernando Carmona Espinazo, y con el título "FINAL DE LA VIDA EN SITUACIÓN DE PANDEMIA". Sabemos de la importancia de los cuidados paliativos para el enfermo y sus familiares. Podréis acceder a ella en directo ( bit.ly/zoomfianldelavida CONTRASEÑA 878147 ) y con posterioridad en cualquier momento en el enlace que les suministraré.


ID DE LA REUNIÓN: 937 7275 5169

CONTRASEÑA: 878147

En su disertación el doctor Fernando Carmona presentará la situación que se vive en los hospitales en los últimos meses pero especialmente en las unidades de cuidados paliativos que conoce bien. Intentará visibilizar aquello que durante los últimos meses -desde hace mas de siete- no se ha visto en las imágenes de televisión.