La Pastoral de la Salud pide orar por los capellanes de hospital

Queridos amigos, conocemos de sobra la labor que durante años han realizado los miembros de la Pastoral de la Salud en nuestra diócesis, y de igual forma, como hemos redoblado esfuerzos para en este tiempo de pandemia, estar aún más atentos a las necesidades de aquellos que sufren.

Permitidme con estas palabras, hacer una mención de forma especial a la labor realizada por los capellanes de hospitales. Como os decía, previa a esta situación de pandemia el trabajo realizado en los centros hospitalarios siempre ha sido encomiable, pero en estos meses de gran dificultad para todos, es justo reconocer la valentía con la que han afrontado una misión especialmente difícil. Creedme cuando os digo que la labor de llevar la Buena Noticia de Jesús de Nazaret en el hospital es un privilegio, y que este privilegio se convierte en hazaña cuando la enfermedad es la Covid-19. Las circunstancias tan especiales que rodean la visita al enfermo por coronavirus hacen que la parábola del Buen Samaritano se haga realidad en nuestros hospitales a diario gracias a nuestros capellanes. La cercanía, el cariño y la escucha son actitudes necesarias y agradecidas de forma especial por la persona que sufre, pero llevar la Sagrada Comunión y dar la posibilidad de recibir los sacramentos de la Penitencia y la Unción, son acontecimientos en los que la presencia del Señor se hace Viva y Real.

El riesgo que supone esta Misión nunca ha supuesto un obstáculo, tanto es así que algunos de nuestros capellanes han estado en aislamiento por contactos estrechos, otros han pasado la enfermedad, incluso como seguro que sabéis, a día de hoy, tenemos uno de ellos en situación clínica de gravedad en la unidad de cuidados intensivos debido a las complicaciones respiratorias de este virus.

Termino pidiendo algo que todos podemos hacer; REZAR.

Recemos lógicamente por todos los enfermos y sus familiares, y por todos aquellos que de una forma u otra sufren las consecuencias de esta dramática pandemia. Pero hoy de forma especial os pido que recemos por nuestros capellanes de hospitales, para que el Señor les acompañe en estos duros momentos, y de esta forma se hagan realidad las palabras de San Pablo:

“Todo lo puedo en Aquel que me da fuerzas” (Flp 4,13)

Fernando F. Carmona Espinazo

Delegado Diocesano Pastoral de la Salud

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